sábado, 18 de mayo de 2013

Un año más tarde.

Estoy seguro de que más de uno habrá entrado con cierta curiosidad al blog y se haya ido un tanto decepcionado al ver este páramo de entradas. En un principio se trataba de ir escribiendo cada cierto tiempo las impresiones del viaje  e ir colgando de vez en cuando alguna foto, pero la pereza se apoderó de nosotros o más bien de mí y el resultado no es otro que éste que veis o mejor diré éste que no veis. Pero tranquilos, un pequeño golpe de timón, y casi un año más tarde voy a tratar de reconstruir aquel viaje. De entrada os diré que no llegamos a Grecia, pero poco importa. El caso es que nos quedamos completamente varados en Pula. Fue algo muy parecido al episodio de Ulises en la isla de Eeae, aunque nuestra Circe, que no tenía nada que envidiar a la diosa, era una pelirroja cuarentona que trabajaba de camarera en un restaurante italiano de Pula y del cual, al cabo de una semana, conseguimos por fortuna zafarnos y detener así un proceso bastante avanzado y casi irreversible de zoomorfismo marranil. Pero bueno, todo a su debido tiempo, no es cuestión de hacer como Homero y comenzar nuestra historia in media res. Empezaremos, pues, principia rerum, o dicho en cristiano, desde el principio de las cosas. De paso, veré también si mis otros dos compañeros de viaje quieren sumarse a la narración de nuestra cómico-gesta, nuevo género dentro del mundo de las aventuras en bici, y para que así, ella misma, se decante bien del lado de la comedia o bien del de la gesta, aunque yo creo que andará más cerca de la primera porque gestas, lo que se dice gestas, hicimos bien pocas, aunque alguna hay y memorable. Pero como dije, todo a su debido tiempo. En breve, pues, os hablaré de nuestro paso por Bolonia, punto de partida de nuestra odisea. ¡Ah! Si queréis leerla en otros idiomas le podéis dar al google translator, que no me apetece traducirla al inglés, y seguro que resulta igual de divertida o más. Hasta pronto.

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